Un rol relevante tuvieron las escuelas de profetas durante la judicatura de Samuel y los ministerios proféticos de Elias y Eliseo. Como dice la Escritura donde abundó el pecado sobreabunda la gracia.
También Moisés tuvo que enseñar las ordenanzas de Dios y sus leyes antes de delegar en representantes escogidos de cada una de las tribus para que le ayudaren a aconsejar y dictaminar cuando hubiese controversias entre las personas,
Siendo mucho el pueblo y mucha la ignorancia se necesitaban mas personas consagradas que pudieran colaborar con él para pacificar las controversias.
También aparecen en tiempos de Isaías sus discípulos que se preocuparon de dar a conocer y preservar las profecías.
De estos análisis se desprenden las bases y la necesidad del estudio no solo inspiracional sino también académico de las Sagradas Escrituras lo que son los seminarios teológicos contemporáneos obedeciendo el mandato de Jesús de escudriñar las Escrituras.